Termostato interno ¿Para qué vida estas diseñado?

Nacemos originales. Nos hacemos copias de nuestro entorno y morimos como copias «originales» por los matices que vamos incorporando a nuestro «ser».

Lo que piensas actualmente de ti mismo va a determinar tu futuro. ¿Para qué tipo de vida estás regulado? ¿Qué opinión tienes de ti mismo? ¿Qué esperas de ti o de tu vida? ¿De qué te crees capaz y de qué no? 

.El termostato interior se instala en los primeros años de vida. Tu código postal, el trabajo de tus padres, el colegio al que vas y cosas semejantes van a determinar tu temperatura interior. 

Yo, por ejemplo, fui a un colegio relativamente caro en mi infancia. Era caro, pero no siento que aprendíamos más Matemáticas, Geografía o Ciencias que en los demás colegios. Sin embargo, cuarenta años después observas que casi al 100 % de tus compañeros de clase les va relativamente bien en la vida. ¿Cómo puede ser eso, si muchos eran, o éramos, auténticos desastres? La respuesta es simple: el entorno. Verse rodeado de gente con un termostato interior relativamente alto te impulsa (hacia arriba, en este caso).

Todos sabían que después de primaria venía la secundaria y luego la universidad. Ninguno se planteaba dejar de estudiar para ponerse a trabajar a los catorce o dieciséis años. Ninguno se permitió en su cabeza aceptar trabajos poco cualificados, por decirlo de alguna forma. En su interior, ellos no eran para trabajos que no les fueran a permitir llevar la vida que habían visto y vivido en su casa y en el colegio. Por eso, no sé cómo, apretaron los dientes en algún momento de su vida.

No tiene mucho más mérito o misterio: tu temperatura se instala con lo que ves en tu casa, la educación de tus padres y el entorno familiar y escolar. 

La pregunta es: ¿se instala de por vida o se puede alterar? Es difícil, pero por supuesto que sí, mucha gente lo ha hecho y lo hace todos los días (la regla es que si existe una persona que lo haya hecho, tú también puedes). ¿Cómo no vas a poder subir tus propósitos o metas en una sociedad como la actual?

¡Claro que el termostato interno se puede alterar! Tu vida puede cambiar a mejor independientemente del pasado que hayas tenido, como hemos hablado antes. Millones de personas han cambiado su vida viniendo desde lo más bajo de la sociedad o incluso viniendo desde otros países. Nadie te impide pasar a otro nivel si es lo que tú deseas.

¿Sabes de qué termostato eres? ¿Estás contento o frustrado? ¿Sientes que puedes hacer algo más en la vida o estás tranquilo y satisfecho?

La temperatura buena para ti será la que te permita cumplir con tus expectativas en la vida en todas las áreas: vivienda, salud, trabajo, viajes… Lo único importante es sentirse feliz con lo que está a tu alcance. Tener expectativas bajas, o necesitar poco, y estar feliz es algo genial. De hecho, es por lo que yo siento más envidia.

Decide tu termostato. Intenta subir o bajar tu temperatura interna si en la que estás no te sientes a gusto. ¿A qué temperatura estás bien? ¿Has llegado? ¿Cómo mantenerte?

Si estás bien, feliz, en un 3, perfecto. Analiza cuál es tu temperatura ideal e intenta buscarla. La tuya es la perfecta para ti. No es cuestión de ir muy forzado. Si no necesitas un 8 y estás bien en un 5, genial. No te endeudes o busques un trabajo que no te gusta por ganar dinero como uno de 8, porque serás un 8 en lo material, pero quizás un 1 en felicidad. El problema a veces es que sientes que estás en un peldaño incómodo para ti porque en tu interior sientes que posees más potencial en muchos aspectos de tu vida personal. Si no estás contento con tu vida, con tu casa, con tu trabajo…, intenta subir los grados. (Si estas contento, eres «rico» y te envidio). Pero ¿cómo?

Es gracioso observar las tablas de felicidad por países, en la mayoría de ellos sus ciudadanos se dan un 7. Leí una regla de las encuestas que me parece interesante: a la hora de calificar para distintas preguntas de la vida no te permiten darte un 7. Tienes que mojarte, un 7 es una especie de «sí, pero no», y no lleva consigo la claridad que pueden tener un 8, un 9, un 5 o un 6. 

En definitiva,¿cómo subes tu termostato? Creyéndotelo primero y esforzándote en todo lo que sea necesario después. ¿Cómo bajas? No teniendo más expectativas de las que puedas permitirte.

David Izquierdo Achalandabaso

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